Si amigos, no es mentira, en mi tierra está La Plata y no me refiero a ese metal que se encuentra en el suelo, ni a las joyas o a el ¨dinero¨ -que por aquí llamamos así ¨La Plata¨- que todos quisiéramos tener; sino a un poblado santiaguero que queda en lo más intrincado de la Sierra Maestra, pero con muchos logros, tradición y cultura.
Un camino que se torna infinito, acompañado de baches, polvareda, lomas y mares dan la bienvenida a las personas que transitan por la carretera de Granma , una de las vías que comunica al poblado con las ciudades de Santiago de Cuba y Bayamo, provincia aledaña. Pero nada de eso impide que lugareños y visitantes queden asombrados ante el paisaje majestuoso que
ofrece la carretera Granma y sus poblados.
135 kilómetros separan al Poblado
de La Plata de
la ciudad cabecera. Las palmas, las montañas, las rocas, las olas y el mar
muestran un Consejo Popular que abarca desde Palma Mocha hasta La Magdalena, comunidades del municipio Guamá.
Esta singular demarcación campestre cuenta con más de
mil habitantes, quienes manifiestan su amor por esa tierra, cuna de grandes batallas e importantes logros económicos, sociales y culturales. Además con una historia que enaltece al país.
Cuenta la historia que un 17 de enero de 1956, un grupo de barbudos atacaron el cuartel de la
dictadura batistiana, hoy Museo La Plata, materializándose así la primera victoria del Ejército
Rebelde. Desde aquel día la vida de sus habitantes cambió, de la opresión y el abuso, pasaron al trabajo honrado y a la felicidad.
En la actualidad el panorama es totalmente
diferente. La alegría, los deseos de trabajar, los niños, los hombres y mujeres
son protagonistas de las batallas que hoy se libran en estas montañas.
Escuelas, consultorio médico, complejos
gastronómicos, combinado de servicio y viviendas, son las obras que adornan las
cimas de este municipio. Las personas disfrutan de los beneficios obtenidos,
quienes orgullosos expresan sentirse identificados con la historia y la tierra
que los vio nacer.
La economía en este asentamiento poblacional se sustenta,
fundamentalmente, en la producción de viandas, hortalizas, leche y granos y
se fomenta la cría de aves de corral, ganado porcino, ovino caprino y
vacuno además de la pesca.
“De La Plata nunca me voy, los pobladores cuidamos y
protegemos lo que con esfuerzo hemos alcanzado”, refirieron algunos vecinos.
De esta forma se une la historia con el mar,
las montañas y la vida de personas que
se consagran a hacer de este lugar una fuente viva de tradición, esfuerzo y
victoria.