martes, 16 de abril de 2013

Robarle a la historia


No por gusto se dice que la provincia de Santiago de Cuba es conocida como la ciudad monumento, pues cada piedra, rincón o lugar de este territorio guarda en sí un hecho relevante o figura meritoria, cuya impronta forma parte de la tradición e identidad de los santiagueros.
Numerosos sitios conforman el patrimonio histórico y cultural de la región, con un total de 730 monumentos, de estos, tres constituyen Patrimonio de la Humanidad: El Morro y el sistema de fortificaciones de la bahía santiaguera; la Tumba Francesa y los Cafetales franco-haitianos.
Obelisco ubicado en la carretera de Punta Gorga
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Sin embargo y para desdicha nuestra, no todos sabemos valorar y apreciar la significación que tienen estos bienes en la preservación de la memoria arqueológica, histórica, artística, científica y cultural de una localidad.
Con frecuencia, estas construcciones son víctimas de hechos vandálicos consumados  por pobladores que embisten contra estos de forma inescrupulosa.
Es doloroso ver cómo algunas personas se sientan a descansar sobre las tarjas, obeliscos, monolitos o demás obras de destacado valor, o lo utilizan para realizar sus necesidades fisiológicas y, en el mayor de los casos, robarles las letras, placas, mármoles y demás elementos que conforma  el diseño.   
Especialistas de la Oficina Técnica de Monumentos y Sitios Históricos de la provincia, coinciden que, en las últimas décadas, han aumentado las acciones agresoras hacia estas obras públicas de carácter conmemorativo, principalmente en el municipio cabecera.
Entre los más canibaleados se encuentran los erigidos a los Héroes y Mártires del 26 de Julio, ubicados en la carretera de Siboney, y los de la carretera de Punta Gorda, debido a su lejanía con la ciudad.
Yunieska Morgado González, museóloga de la entidad mencionada anteriormente, comentó que entre las afectaciones más comunes están el robo de las letras, placas y figuras de bronce que integran el diseño -metal utilizado para hacer llaves y otros objetos-; la sustracción de tapias de mármol y el daño a la jardinería y áreas verdes cercanas.     
Al respecto la Oficina Técnica, el Centro de Patrimonio Cultural y la Granjita Siboney, en conjunto con otras instituciones, han adoptado una serie de medidas en aras de perpetuar el legado que guardan y evitar que continúen siendo víctimas de esos sucesos.
“Aunque va en contra de su diseño original, el cual fue ideado para que se utilizaran bronce y mármol, se decidió colocar en algunos monumentos, letras de madera pintadas con un color parecido al bronce, para evadir un poco ese vandalismo; también hemos utilizado piedra caliza para la colocación de los nombres y tarjas, así como la asignación a un organismo estatal de su protección”, puntualizó.
Monolito eregido a los Mártires del 26 de Julio, carretera de Siboney
“Las personas no han concientizado que  deben de cuidar esos monumentos, que no deben sentarse, recostarse, que si ven una letra en el suelo, deben avisar, hemos tenido comunitarios que sí se han acercado a nosotros y nos han devuelto la letra, pero no todo el mundo hace lo mismo”, destacó.
“Nosotros como entidad al frente de estos sitios, tratamos de volverlos a restaurar, año tras año; en cada aniversario del 26 de Julio se le dan mantenimiento a los relacionados con la efeméride, pero no solo en ese contexto, sino en todo el periodo del año, se le están poniendo constantemente las letras que les faltan y restaurándolos”, dijo finalmente. 
Sin dudas, en tiempos atrás, hablar de un monumento o acercarse a estos, constituía, tanto para los niños y niñas como para los adultos, un acto de respeto y tributo a la memoria histórica, identidad e idiosincrasia de un territorio, cuestión que se ha perdido.
De ahí, la necesaria labor, tanto de entidades encargadas en este asunto, como de los centros educacionales, la comunidad y pobladores, en general, de concienciar a favor del cuidado y preservación de los monumentos, en pos de perpetuar la historia y los valores patrióticos.
El pasado 18 de abril se celebró el Día Internacional de los Monumentos, motivo para continuar impulsando el amor y la conservación hacia estos sitios.
Al respecto, la Oficina Técnica realizó una jornada de actividades encaminadas a la restauración y protección de estos, que culminó con el XIII taller provincial Monumentos de mi barrio, desarrollado en el Museo de la Imagen, de esta ciudad.  
En saludo al 60 aniversario del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes y como parte del rescate de sitios emblemáticos de nuestra provincia, se restauran diversas áreas relacionadas con los hechos heroicos de aquella gesta, así como la  Plaza de la Revolución Mayor General Antonio Maceo.
 Corresponde entonces a cada santiaguero profesar el homenaje y respeto que merecen los mausoleos y monumentos de nuestra provincia, para así poder legar a las nuevas generaciones las huellas de los hombres y mujeres de esta tierra.



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