viernes, 5 de abril de 2013

UNA CARTA MEMORABLE LLENA DE AMOR



Hoy, 5 de abril, se cumple un mes de la desaparición física de uno de los más grandes líderes de Latinoamérica, quien junto a Bolívar,  Sucre, Miranda, José Martí, Fidel y muchos más, dieron su vida a la libertad y unidad de los pueblos americanos.
Hugo Rafael Chávez Frías, es uno de estos hombres. Su legado ha sido sembrado en nuestras raíces, las que florecerán para perpetuar su impronta y unificar más a los países hermanos.
Desde este sitio realizo un tributo y homenaje a este excelente hombre, amigo y padre.
Y que mejor que hacerlo a través de una misiva que María Gabriela Chávez, una de las hijas de este Comandante, le hiciera a su padre una vez fallecido este.
La carta encierra tanto amor y patriotismo que he decidido compartirla con todos para que su mensaje recorra  el mundo y llegue al corazón todos los hombres, mujeres y  niños, que sientan en sus corazones el amor al prójimo:





María Gabriela Chávez, a su padre Hugo Chávez Fría







 "GRACIAS POR DEVOLVERNOS LA PATRIA"
Duele tu partida, es un dolor que me quema el alma, qué difícil se me puso la vida sin ti. Durante estos días he estado tratando de comprender por qué te has ido, por qué nos has dejado con este inmenso vacío. He llorado, he gritado, he rogado al cielo que te devuelva a mí, luego me calmo, respiro, te amo, te siento. Vuelvo a ti y te vuelvo a llorar. Hoy creo haber entendido todo esto. Tu alma es tan infinitamente inmensa que ese cuerpo te quedó pequeño y sencillamente tuviste que volar y ser libre. Te lo dije viéndote a los ojos pocos días antes de tu partida, eres un gigante. En algún momento me exigiste ser fuerte en caso de que llegara a suceder lo
peor. "Debes ser fuerte mi María y debes seguir el camino pase lo que pase".
Hoy te juro que daré lo mejor de mí, te juro que sacaré fuerzas, de no sé dónde, para poder seguir adelante y tú siempre serás la luz que ilumine mi camino. Gracias por tanto amor de padre, gracias por tu constante ejemplo, gracias por tu risa, gracias por tu llanto, gracias por tus canciones, gracias por tus bailes, gracias por tantas  alegrías, gracias por tu absoluta y eterna entrega, pero  sobre todo gracias, Comandante, por devolvernos la Patria. Tú seguirás palpitando en mi corazón, tú seguirás viviendo en mi alma, tú seguirás brillando en mis ojos, y seguirás brillando en tu pueblo para siempre.
Papito amado mío, vuela, vuela libre gigante, vuela alto y sopla fuerte, fuerte como los vientos huracanados. Nosotros cuidaremos tu Patria y defenderemos tu legado como tú nos enseñaste a hacerlo, jamás te irás porque en nuestras manos está tu llamarada, Hugo Chávez.
Hasta siempre, mi amado amor eterno.


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