De lo rudimentario a lo bello. Así podríamos definir el
proceso de utilización del mármol en el taller La Mariposa, donde grandes bloques,
planchas y losetas de esta roca, salen
convertidas en hermosas figuras de artesanía.
Ceniceros, huevitos, vajillas, trofeos y adornos, entre
otras producciones, transitan por las
manos de sus 39 obreros, de ellos 25 mujeres, que con delicadeza y esmero crean,
con toque de naturaleza, objetos compactos, resistentes y decorativos.
Ubicado en el micro II del centro urbano Abel Santamaría, en la ciudad de Santiago de Cuba, “La Mariposa”, fue inaugurado
por Vilma Espín el 7 de marzo de 1995 con el objetivo de proporcionar trabajo a
las féminas santiagueras e integrarlas a la vida útil de la sociedad.
Cuatro naves conforman las áreas por donde transcurre la
producción: la cortadora, donde se fragmenta el semi-producto en diversas
dimensiones que van a ser utilizadas por otros equipos, los talleres de maquinado,
donde se brilla y se le da forma a los artículos, y la de terminación.
Desde sus inicios esta entidad ha pasado por diferentes
etapas que han consolidado su desempeño como único de su tipo en la provincia
de Santiago de Cuba.
En 2012, debido a reclamaciones de los moradores cercanos al
centro por la incidencia de mucho ruido y polvo, el Ministerio de Ciencia,
Tecnología y Media Ambiente (CITMA), cerró sus instalaciones por problemas
ambientales.
Acto seguido, su colectivo de obreros, organismos y
dirigentes del territorio y de la Empresa Mármoles Cubanos, institución a la que
pertenece, comenzaron a desarrollar un proceso inversionista de gran
envergadura para resolver los inconvenientes existentes y mejorar el escenario
de trabajo.
José Pedro Fernández Fanego, especialista principal de la
empresa, informó que a todos los talleres se les crearon condiciones higiénicas
y medioambientales muy favorables, tanto para los empleados como para los
habitantes cercanos al centro.
“El taller de corte, que se encontraba muy cerca de los
edificios y provocaba mucho ruido, se trasladó hacia una zona más alejada,
aproximadamente a 120
metros de donde estaba ubicado anteriormente.
“Las naves de maquinado, que eran las que generaba un nivel
de polvo muy grande por el proceso de esmerilado y tallado, se hermetizaron totalmente,
se colocaron ventanas modernas con marquetería de aluminio y cristal, se reactivaron
los colectores y extractores de polvo, y en la parte exterior se crearon
piscinas con agua, hacia donde se almacenará la polvareda para que no haga daño.
“En estos momentos estamos creando condiciones para hacer convenios
colectivos, con la apicultura, agricultura y fábricas de materiales, para el
uso de este polvo como pintura, entre otras funciones”, dijo finalmente.
Después de varios meses cerrado, el taller La Mariposa reabrió
nuevamente sus instalaciones, a principios de año, incursionando en otras producciones
como bancos, mesas, buroes y jarrones.
Actualmente es un centro que tiene una producción
diversificada y diversos contratos con empresas y organismos del territorio, lo
que le permitirá incrementar los resultados productivos superando los 80 000
pesos alcanzados en el 2011, cuando fue clausurado.
Entre los restos fundamentales para este año está la
incorporación de su actividad productiva en el sistema integrado de gestión de
la calidad, el medio ambiente y la seguridad y salud en el trabajo, condición que
ostenta la Empresa
Mármoles Cubanos, certificada por las normas internacionales
en diciembre de 2012.
Aumentar la productividad y eficiencia constituye ahora un
imperativo para los obreros de “La
Mariposa” en aras de que sus confecciones continúen adornado
y formando parte de la estética y belleza de la provincia santiaguera.
hola amiga de cuba saludo a usted desde de la ciudad de salvador bahia brazil yo estoy siempre leyendo su blog un abrazo y estés con dios viva cuba....
ResponderEliminarHola Carlos, me alegra que lea el blog, es señal de que le gusta conocer y estar informado de los acontecimientos que suceden en Cuba. Muchas gracias por su cometario y que siga la solidaridad entre nuestros pueblos
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