Una vez más el pueblo de Santiago de
Cuba salió a las calles con flores y banderas para perpetuar la memoria de
Frank País García y Raúl Pujol, a 56 años de su asesinato.
Como es ya tradicional, cada 30 de
Julio, santiagueros en representación de toda Cuba, rindieron tributo a estos
jóvenes revolucionarios ultimados vilmente por la tiranía batistiana.
En el 56. aniversario de aquellos sucesos
combatientes, jóvenes trabajadores y pueblo todo en compañía de dirigentes
políticos y de gobierno depositaron una
ofrenda floral en la antigua casa de la novia de Frank, América Domitro, situada
en la calle Heredia esquina Clarín, donde
fue velado el cadáver del Jefe Nacional de Acción y Sabotaje del Movimiento 26
de Julio.
De esta forma iniciaba la solemne peregrinación
que al compás de marchas patrióticas llegaba hasta el cementerio Santa Ifigenia, en homenaje a dos de sus más
ilustres hijos.
En el trayecto, -pese al sofocante
calor que abraza a la ciudad en los meses de verano- se iban pronunciando
consignas patrióticas alegóricas a los héroes y a la Revolución, así como pétalos
de rosas que caían desde los balcones sobre las banderas de la estrella
solitaria y la del 26 de Julio, que acompañaban la marcha.
Como parte del tributo en la Placita de los Mártires,
lugar escogido por la Unión
de Jóvenes Comunistas, se le entregó a 20 jóvenes estudiantes y trabajadores el
carné que los acredita como militantes de la organización juvenil, así como se desarrollaron otras actividades políticas y culturales.
Nuevamente Cuba evocó a sus hijos
caídos e inmortalizó el legado que dejaran en las nuevas generaciones.
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